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ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

12 de Septiembre 2023

PROCESOS MIGRATORIOS DE MUJERES DEL SUR GLOBAL
El trabajo del hogar y el sistema de cuidados con Rocío Echeverría

Autora: Aicha Laha @ullsdea colaboradora de investigación con el equipo de KörperMagazine

Rocío Echeverría emigra a Europa en el 2017, llegando primero a Alemania y asentándose posteriormente en España, dónde pasa, como muchas otras mujeres migrantes, por una inestabilidad jurídica y social. Es trabajadora del hogar y activista política y social, miembra del Colectivo Micaela de la Comarca del Maresme. 

¿Cómo viven las mujeres el duelo migratorio? 

Es ese proceso en el que dejas, no solo la realidad en la que siempre has vivido desde que naciste, sino que dejas todo tu círculo, tus referencias, todas las personas que estuvieron a tu lado, con las que compartiste (...). Yo dejé a mi hija en mi país, entonces creo que ese dolor… allí tienes conocidos, tienes a una tía, a un hermano… La vida aquí es muy distinta a la de nuestro país, estamos tan inundadas por un sistema capitalista que te individualiza y en el que en el día a día solo te preocupas por ti más que por socializar, y eso es un golpe muy muy fuerte que nosotras traemos en nuestro proceso migratorio y que a veces no es considerado… la vulnerabilidad que nos arroja el sistema de por sí. Es un proceso doloroso que a algunas les cuesta más que a otras (...). Cuando a veces se habla de empoderamiento…“empodérate”, es complicado porque cada mujer tiene un proceso distinto de asimilación o de dolor y creo que eso se tiene que entender.

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¿Teniendo en cuenta que la mujer es una figura referente en el sistema de cuidados, cómo se viven los procesos de separación en las unidades familiares ante un proyecto migratorio?

Hace un par de años participé en un documental Cuidar entre terres, que es todo este tema de la cadena global de cuidados, cómo dejas a quien cuidas, en este caso a mi hija, a cargo de otras personas. Yo atravesé un proceso complicado porque el padre de ella no permitió la tutela a mi hermana (...) la verdad que no fue una relación lo más cordial, entonces tuve que pedir a distancia el apoyo de mujeres madres como yo que pudieran estar al pendiente de mi hija en esos momentos. Entonces, el venir acá para trabajar de canguro, el hecho de dedicar tu tiempo a hijos de otras mujeres sabiendo que dejas a tu hija, a tus hijos en tu casa o en tu país a cargo de otras mujeres, es una realidad que… no se percata de su importancia.

Rocío nos explica su lucha en una de las playas de su ciudad de residencia, Arenys de Mar.

Es esta feminización de los cuidados que se ha querido visibilizar muchas veces pero que a veces no es entendida. (...). Es una realidad global en la que las mujeres del sur global emigran a países del norte para que, no solamente las mujeres eh! hemos sido críticas en este aspecto de decir “ah yo cuido tus hijos para que tu mujer salgas [a trabajar]”, el cuidado depende no solamente de la mujer sino también del hombre. Pero migras a un país, supuestamente más desarrollado, y te das cuenta que los patrones patriarcales siguen siendo los mismos… (...) tú no estás reemplazando el papel que esa mujer tenía que haber hecho por salir a trabajar sinó el papel de los dos.

¿Por qué los procesos migratorios del sur global son generalmente más complicados, y más aún en el caso de las mujeres, respecto a los procesos migratorios del norte global?

Hace mucho tiempo y siglos de esta perspectiva colonizadora. El hecho de cómo las culturas y los países del norte global siempre han querido estar siempre por encima a través de la violencia, del saqueo, del abuso, de la expoliación a países del sur global; siempre se han considerado muy superiores a países del sur global. Entonces, este posicionamiento apañado por un sistema capitalista que te dice “nosotros del norte imponemos las leyes, las condiciones laborales, económicas, sociales de los países a quienes hemos invadido, saqueado”, hace que las reglas se manejen y se impongan des del norte global. 

 

Entonces, “tú pobre, que vives en un país del sur global no puedes migrar o trasladarte libremente a nuestro país, nosotros decidimos quién entra y quién no”; esto de las fronteras (...) ahora se ha enmarcado en un problema tan crudo por el hecho de que la pobreza se ha extremado en los países del sur global y la gente necesita sobrevivir, necesita salir de este hoyo donde los han dejado injustamente estos países que se han desarrollado entre comillas a costa de robar, de saquear y de expoliar. Entonces, se marcan fronteras con una política violenta en la que si tu no cumples los requisitos que se imponen, sobre todo económicos, se ejerce la violencia contra ti… y si entras, pues eres un indocumentado o una indocumentada. Entonces, esa violencia existe más allá de que ellos hayan retirado sus colonias de los países donde invadieron.

Las mujeres inmigrantes en situación irregular encuentran barreras administrativas y legales frecuentes: lentitud en la homologación de títulos, dificultad para reunir los requisitos de arraigos, no poder acceder a las ayudas para el alquiler o bolsas de viviendas de protección oficial, etc. Desde vuestras experiencias, ¿cómo se pueden superar estas trabas desde la acción gubernamental y la acción social? 

En la parte gubernamental es muy complicado porque ya sabemos que los gobiernos son monigotes de un sistema capitalista. A un sistema capitalista le interesa que haya gente pobre, le conviene que haya gente que esté necesitada para sobrevivir, que dependa de ayudas… no tienen pensado cambiar la ley de extranjería… falta voluntad política (...). 

Esta vulnerabilidad nos complica a nosotras para autoorganizarnos, nosotras como colectivo de trabajadoras del hogar migradas vamos despacio porque entendemos la complejidad y la precariedad de la realidad de cada mujer, es decir, las políticas y las leyes que hasta el momento están te vuelven más vulnerable, frágil y precarizada porque no solamente te quitan el derecho de ser una ciudadana con un documento válido para poder transitar o tener un contrato de trabajo sino que también mantienen un sistema colonialista, en el que te dicen “tienes que sobrevivir y trabajar en mal llamado negro o precarizado”. 

Y tu nicho laboral es el trato con las familias que mantienen un nivel colonizador en el sentido de que te dicen “yo te pago lo que se me da la gana porque tú estás en una situación en la que tienes que sobrevivir”. Entonces, ves a mujeres que aceptan trabajos de 600 euros trabajando todos los días, y… creo que eso es algo que va a ser muy difícil que cambie… Nosotras seguimos presionando al estado a las políticas, aún sabiendo que es el sistema capitalista que está detrás del no reconocimiento de los derechos, pero también estamos con una voluntad de sensibilizar a las familias, que son los empleadores o empleadoras de las mujeres que están en nuestro colectivo. 

Las políticas siempre van a maquillarse, como se han maquillado a través de este reconocimiento con el convenio C189 [Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos] de la OIT [Organización Internacional del Trabajo] con el no querer avanzar con la inspección del trabajo doméstico y reconocer que los hogares son centros laborales de las mujeres.

Nosotras seguiremos luchando porque es un sistema muy muy opresor hacia nosotras, y eso debilita la capacidad autoorganizativa de las verdaderas trabajadoras. (...) Tratamos de comprender y animar a las mujeres, y brindar la información necesaria porque es la herramienta más valiosa de todas las mujeres. 

A nivel de políticas públicas es complejo el poder avanzar y dar respuestas, pero entrando en una utopía cuáles serían esas medidas que debería tomar la acción gubernamental?

Para comenzar, una inspección de trabajo. Así, pura y dura. Una inspección de trabajo que no solamente se avoque a las familias, sino también a las miles de empresas existentes que se presentan como empresas de cuidados o de limpieza, que siguen y han aumentado la explotación a mujeres trabajadoras ya con su documentación, con Nie. Entran a estas empresas buscando la estabilidad laboral que tanto se ansía y al final son arrojadas a casas en condiciones de internas, en condiciones de fraude… porque hacen contratos fraudulentos casi todas las empresas: un contrato para la familia y otro para la trabajadora, entonces al final te encuentras con altas en la seguridad social en las que el empleador es la familia y la trabajadora figura como empleada de media jornada con sueldos de 500, 600… para hacer muy poquita cotización, pero quien le paga a esta mujer es la empresa… Entonces son atrocidades que se siguen permitiendo y lo saben desde la administración… 

Nosotras creemos que una inspección de trabajo real es un paso fundamental, en el que no quieren entrar ni meterse. Luego nuestros derechos en sí… es un monstruito que van vistiendo poco a poco, con el derecho al paro que se nos dió… pero que se viste con un pantalón que solo tiene una pierna porque te dicen: “muy bien, van a tener paro des del 2022” Ya. ¿Y las mujeres que han estado trabajando hace 15 años? ¿O sea tienen que empezar a cotizar desde cero? ¿Por qué no lo han hecho con efecto retroactivo? Entonces, las que llevamos ya años trabajando en el sector vamos a tener que empezar a cotizar desde cero, como si fuera el primer año. Entonces, creo que hace falta mucha coherencia, pero hace falta también mucha presión al sistema capitalista para que se nos otorguen derechos. 

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Rocío vistiendo con orgullo una sudadera de su querido país natal, Perú.

¿Por qué los trabajos domésticos y de cuidados son más accesibles para las mujeres migrantes que otros sectores del mercado laboral?

Porque para empezar el sector de los trabajos del hogar y los cuidados es un nicho laboral precarizado, es un buen nicho para meter y mantener  a mujeres migradas en la pobreza: “yo no te reconozco derechos, yo mantengo un sistema colonialista, clasista para mantenerte a ti subyugada y no tengas ese reconocimiento o esas herramientas para poder alcanzar otros niveles en los que tal vez quieras desarrollarte”.

Por ejemplo, yo soy comunicadora social, estoy especializada en marketing social y político, pero aquí esta carrera… por otro problema que también deriva de esa precarización de las mujeres migradas, como tú lo has dicho, la homologación o la convalidación de títulos. Si bien es cierto que aquí no existe mi carrera profesional, la convalidación te lleva a la antropología… lo más cercano, y a un nivel básico, al primer año. Entonces yo a mi edad, con 49 años, y con un trabajo tan pesado como el del hogar pocas energías me quedan para volver a entrar a la universidad. Entonces me quedo con lo que he aprendido, y trato de volcarlo en este proceso de autoorganización, de poder administrar una organización de la mejor manera. Pero, a parte que es un sector feminizado, es un sector en la que la típica mujer necesitada o madre de familia viene a desempeñar lo que ya se supone sabe hacer, lo que ha hecho toda su vida… mientras el hombre mejor que aprenda otras cosas. 

 

¿De qué manera las lagunas de la ley de extranjería contribuyen a la precarización de las trabajadoras del hogar y los cuidados?

Bueno… el no darte derechos ya les va bien, porque necesitan mujeres migradas indocumentadas que no reclamen derechos a familias que tal vez no tienen el poder económico o la posibilidad adquisitiva para poder pagar lo que debe ser a una trabajadora. Entonces, “para no incomodar a estas familias y que me reclamen una verdadera reestructuración de la política del sistema de cuidados, prefiero darle en bandeja mujeres pobres que no tengan derechos para que acepten lo que tú quieras pagarle”. Entonces, la cadena se va completando y la rueda va girando: “te dejo de dar derechos porque necesito que haya trabajadoras necesitadas de sobrevivir que entren a cubrir esos nichos mal pagados, para no perjudicar, ni amargar ni incomodar a aquellas familias que no les alcanza el dinero para poder cubrir sus necesidades de cuidado”. Entonces, te vas dando cuenta de que es un círculo vicioso y que conviene mucho a la sociedad y al sistema que hayan mujeres pobres en situación irregular y sin derechos. Por lo que va a ser muy muy difícil que la ley de extranjería cambie.

 

¿Puede explicar o ejemplificar la discriminación interseccional por la que atraviesan las trabajadoras del hogar y los cuidados?

Vale. (...) Es el hecho de que nos discriminen por nuestra genética o por nuestros rasgos físicos, por nuestra religión… eso lo sabemos sobre todo por nuestras compañeras marroquíes… todo lo complejo que es para ellas trabajar dentro de los hogares… por el sexo, por la edad… cuando buscan trabajadoras de hogar te preguntan cuántos años tienes, es más, a mi hasta me han preguntado cuánto peso… Entonces, dentro de nuestro sector está muy oprimido, creemos que la interseccionalidad de la que se habla muchas veces quiere jalar el agua del molino para decir: “todas somos discriminadas” [referencia al feminismo blanco hegemónico] y nosotras como mujeres migradas y racializadas les decimos: “oye, un momentito, la discriminación que el sistema hace conmigo no lo hace contigo, por más que hables tú de interseccionalidad… Nosotras atravesamos cosas que tú en la vida lo has vivido”. Va mucho por el racismo, por el clasismo. 

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¿Qué acciones hacen falta para ir descolonizando los trabajos del hogar y los cuidados tanto desde la perspectiva político-económica como desde la mirada social? 

Para nosotras, primero es trabajar en casa antes de salir. Ya nosotras hacemos mucha reivindicación política a través de redes, como decimos nosotras: “nos metemos con quien nos da la gana… porque no recibimos aportes económicos, ni ayudas…”. Entonces, creo que la independencia económica autoorganizativa nos da la libertad para poder señalar sin pelos en la lengua lo que vemos mal no solamente desde la perspectiva política sino también de esta indústria del rescate, de crearse más ONGs, de crearse más entidades salvadoras, muchas de ellas mujeres feministas blancas que van cogiendo subvenciones europeas y después te van dando 20% para que tú salves! y te organices…

Rocío dando un speech en una de las congregaciones de Colectivo Micaela

Más allá de eso, es el hecho de poder brindar información. Estamos muy seguras de que el patriarcado se ha fortalecido y mantenido por este acaparamiento de información, “yo tengo la información y no te la comparto porque mientras más ignorante eres, más te tengo con el pie encima”. Creemos que muchas mujeres vienen ya con una desinformación y una malinformación terrible desde nuestros países de origen, y… siempre estamos pasando información en el chat o en los pocos encuentros que tenemos. Nuestra principal misión es darles información a las mujeres para que tengan más herramientas y paralelamente a eso ir señalando lo que está pasando y que no debe ser dentro de la sociedad. 

¿Cómo cree que el poder judicial, principalmente a través de sentencias, puede potenciar cambios favorables en la ley respecto al trabajo del hogar y los cuidados?

Es todo parte de la voluntad… El proceso de ratificación del derecho al paro no fue por la voluntad del gobierno español, esto fue por una compañera de Vigo que interpuso a través de su abogado una demanda al estado por el hecho de no permitir el derecho al paro, lo perdió en primera instancia y apeló y fue hasta las cortes de la Unión Europea, o sea su abogado se mantuvo persistente… y fue la corte europea la que determinó que España estaba discriminando a nuestro sector al prohibirnos el cotizar para el paro.

Así que ya hay antecedentes, aquí también en Cataluña una mujer trabajadora de hogar ganó una instancia a Fogasa por un derecho que se le prohibía, se le negaba una reparación… (...) Una vez les expliqué a unos abogados que tienen en sus manos muchas herramientas para poder ayudarnos, y creo que es fundamental que tengan esa sensibilidad para poder ayudarnos, que sepan los derechos que se nos están negando para poder avanzar en la búsqueda de los mismos. Creo que más que las voluntades políticas gubernamentales, el poder judicial tiene mucha fuerza para poder obligar y empujar para que se vayan cumpliendo. 

 

Se suelen contratar servicios de cuidado bajo el régimen de trabajo del hogar. ¿De qué manera consideran ustedes que deben estar demarcados individualmente el sector del trabajo del hogar y el sistema de cuidados?

Nosotras hemos tratado de hacer una tabla de diferenciación entre cuáles son los trabajos de hogar y cuáles son los trabajos de cuidados. Lamentablemente la normativa laboral dentro del régimen especial de nuestro sector hace una mezcla brutal de todas las funciones, y es algo que lleva a la continuidad de la precarización o de la violencia laboral que se ejerce. Entonces te encuentras a mujeres que hacen el trabajo de cuidados a dos personas por ejemplo pero que también hacen los servicios de cocina, de limpieza y todo lo demás pero son consideradas con un sueldo muy por debajo del salario mínimo interprofesional y… no hay una defensa que pueda fundamentar o respaldarse en alguna normativa… 

Al sistema le va muy bien que estemos en esta incertidumbre, que estemos en un mismo saco, que nos siga precarizando y así mantiene a las familias más tranquilas y no reclamen lo que el gobierno debería hacer, que es una reorganización de toda la política del sistema de cuidados. Es complicado… Hay asociaciones que están en una lucha específicamente por una diferenciación, sobre todo las compañeras del País Vasco. Nosotras no nos hemos metido en este tema, ellas quieren una profesionalización dentro del sector de los cuidados, nosotras decimos que antes de una profesionalización primero debe haber un reconocimiento de derechos que no los tenemos para luego pasar a una diferenciación basada en una profesionalización de los cuidados. Es ilógico luchar ahora por eso cuando ves a compañeras cuidadoras (...) que, teniendo sus certificaciones y trabajando para empresas, siguen violentadas y abusadas con todas sus funciones a ejercer en las casa y bajo unas condiciones terribles (...). También lo de la abolición del trabajo del régimen interno.

¿Cómo se puede hacer consciente a la población de la falta de valor que se otorga socialmente a esta fuerza de trabajo? 

(...) Nosotras hemos hecho actividades, por ejemplo charlas… (...) y una campaña brutal en todo el pueblo, ¿cuántas personas fueron? una, (...) solamente una tuvo la voluntad de ir a escuchar cuáles son las normas establecidas que se deben cumplir para el contrato de una mujer estando en situación regular o irregular. No les interesa, porque saben que mujeres vulnerables siguen habiendo… entonces “si a ti no te parece, sé que detrás tuya hay tres más que sí van a aceptar lo que yo les voy a pagar”.

Es un círculo vicioso. (...) es ilógico (...) si te sigo dando mujeres precarizadas que te van a seguir aceptando cualquier sueldo para sobrevivir.   

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Manifestación del Colectivo Micaela en pro de los derechos de las mujeres trabajadoras del hogar

¿En qué espacios habéis podido participar hasta ahora en la lucha para la visibilización y dignificación del trabajo del hogar y los cuidados?

Hemos participado en espacios académicos, hemos hecho programas académicos por ejemplo con la Universidad de Barcelona, hemos participado en actividades con la Universidad Carlos III de Madrid, con la Universidad Autónoma también… En estos espacios académicos más que nada nuestra reivindicación va por el hecho de concientizar al área académica de que no es saludable moralmente el hecho de un extractivismo epistemológico, el hecho de decir: “estamos haciendo una investigación y queremos saber su realidad… ¿no tienes ahí alguna interna que nos pueda responder sobre…?” y después de arman un proyecto subvencionado y ponen el sueldo por cuatro meses… Creemos que la academia debe pasar de esto, (...) debe ir más allá… más bien debe abarcar un entendimiento de cómo abordar las realidades de colectivos vulnerabilizados como el nuestro para poder informar a esos futuros profesionales de cúal es la perspectiva que deben tener, porque serán esos futuros profesionales tanto en el ámbito legal como social quienes van a tener ese contacto permanente con personas de estos colectivos, entonces deben tener un criterio y una capacidad que tiene que ser aprendida y enseñada desde la universidad, ya que a veces no se hace… Hay una voluntad de cambio, sí. 

Hemos abarcado muchos espacios: culturales, antirracistas, sociales, académicos, etc. Estamos en todos los sitios que podemos.   

 

¿Qué cambios ha notado en su entorno de trabajo y de sus compañeras, en relación a vuestra labor reivindicativa?

Nosotras, como Asociación Micaela, nos sentimos orgullosas de haber ejercido cambios en el hecho de la participación o de esta representatividad de mujeres trabajadoras a nivel de los espacios de ONGs o asociaciones. 

Nosotras hemos dejado muy claro desde el principio que no nos sentaremos a debatir sobre nuestros temas con mujeres que no son trabajadoras de hogar y que se presentan como tal. Creo que abundaba mucho hace unos tres años y ha ido bajando el nivel de la falsa representatividad, entonces nos sentimos muy orgullosas de haber sido muy incisivas todo este tiempo a través de nuestras redes y de haber podido dar cara diciendo que se debe eliminar la falsa representatividad o la industrialización o el hacer negocios con verdaderas luchas de base; en eso sí que hemos avanzado bastante y la coherencia está de nuestro lado, aunque nos hemos ganado muchos enemigos y enemigas… pero estamos contentas porque mantenemos una coherencia desde que iniciamos. 

 

Os habéis autoorganizado y habéis hecho llegar la voz a los medios, ¿cuáles son las reivindicaciones actuales para seguir con la lucha?

Vale… el conseguir la totalidad de nuestros derechos como trabajadoras en el régimen general, poder cubrir esta necesidad tan amplia de la inspección de trabajo, poder mantener canales de dignificación paralelos a lo que es el trabajo de hogar para las mujeres, hay muchas mujeres que no por el hecho de que este sea el nicho dónde tenemos cabida quiere decir que tengan que hacerlo, hay mujeres que entran aquí por urgencia y que desean ejercer en otras áreas, entonces tienen todo el derecho de tener puertas abiertas a otras áreas, y nosotras estamos abocadas a la idea de que la economía social y solidaria es un pilar fundamental para las mujeres… que puedan generar ingresos más dignos, y estamos abocadas a eso a generar proyectos dentro de la economía solidaria y social para que muchas de nosotras puedan dejar de tocar puerta a empresas capitalistas y malintencionadas. Y seguir, seguir señalando al político o política de turno. 

 

Para acabar, quiere comentar o añadir algo más?

Creemos que todavía dentro de nuestra precarización tenemos suficiente energía, suficiente voluntad, no tenemos los recursos económicos que quisiéramos para hacer muchas cosas más, pero creo que la coherencia de nuestra automatización y de mirarnos entre nosotras como trabajadoras de hogar nos da mucha fortaleza. Y seguiremos avanzando y señalando hasta que no exista ninguna, pero ninguna mujer que sea violentada ni oprimida dentro de nuestro sector, por eso nosotras decimos que no tenemos nada nada que celebrar por ahora, hasta que no exista ni una mujer violentada en el sector del trabajo de hogar y de los cuidados. 

En KörperMagazine nos hemos puesto en contacto con varias mujeres trabajadoras del hogar y cuidados que se ven o han visto inmersas en una brutal precariedad laboral y situación de abuso. Agradecemos enormemente que hayáis accedido a contarnos vuestra historia.

Texto e imágenes realizado por Carlos Vidal.

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Teresa Tapia 57 años, Bolivia.

Con cursos versados como enfermera de cuidados en su tierra natal, llegó a España hace 20 años completamente sola tras separarse de su familia compuesta por 4 hijos/as y su actual esposo, entre lágrimas nos explica lo dura que fue su separación en especial con su hija pequeña que en ese momento tan solo tenía 7 años. Nos cuenta que la primera noche durmió en la calle y gracias a un contacto inesperado acudió a Cáritas donde accedió a una casa en la que trabajó su primer período en España cobrando algo menos de 500€ al mes, trabajando 24h de lunes a lunes, sin derecho alguno, ni siquiera le dejaban salir a la calle y solo se le permitía comer una vez al día, todo esto bajo el mando de dos hermanas claramente con tendencias racistas, nos cuenta nuevamente entre lágrimas. A día de hoy ya tiene trabajo fijo en régimen interno con dos horas al día para salir a la calle.

"¡Me sorprende el poco tacto e incluso maltrato que he observado en el sistema de cuidados de residencias de ancianos españolas!"

"El régimen interno es como una cárcel, se debe llevar a cabo una regulación e inspección de trabajo, no se valora nuestra labor en absoluto; sufro una grave crisis de identidad e incapacidad para comunicarme cuando salgo al exterior"

"¡Eres mi esclava y estás aquí gracias a mi!"

"Mafias dentro del conglomerado de la plataforma MIL ANUNCIOS: contratantes de servicios de limpieza que directamente te proponen el trabajo bajo condiciones en los que tienes que aceptar diversos fetiches sexuales para el dueño de la casa "me obligaba a limpiar descalza y con poca ropa mientras él estaba en la casa"

Acoso sexual sistemático ejercido por contratantes a "sin papeles" en el ámbito de la hostelería: "Asistí a una entrevista para un restaurante en el centro de la Barcelona y al ir a mostrarme el piso de arriba del local mientras subía las escaleras me metió mano por debajo de la falda y me ofreció dinero por servicios sexuales"

"A una compañera no la aceptaron en la casa por estar gorda, aludiendo que comería demasiado e incurriría en mucho coste"

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Loubna (33 años, Tánger, Marruecos)
Vino a España hace 3 años con su marido e hijo de 4 años (en la actualidad) donde desde el comienzo ha ido ejerciendo como trabajadora del hogar. Actualmente vive con su niño de 4 años en una misma habitación compartiendo piso con otra pareja (todos marroquíes), trabaja como limpiadora del hogar en 6 casas diferentes y cobra 600€. Con una excelente formación en derecho, su objetivo es montar un buffete de abogados especializado en ley de extranjería, para intentar luchar contra las numerosas trabas con las que ella misma se ha encontrado al llegar a españa. Está ejerciendo una gran labor de apoyo a la comunidad Marroquí en defensa de sus derechos., por la opresión que sufre a causa de su religión.

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Edith Bravo 32 años originaria de Lima, Perú.

Tras quedar embarazada con 17 años y tras la separación de su prometido a los escasos 20 años a causa de los excesos y la falta de responsabilidad del mismo, ante la negativa de su hermano y con todo en contra, decidió migrar con su hija a Barcelona dónde hace ya poco más de año y medio que reside en uno de sus barrios periféricos.  A día de hoy convive con su hija de 14 años en una misma habitación y cohabita en su domicilio con otra familia de 3 personas, otras dos inquilinas, dos perros y un loro. Su hija, Briana, está atravesando una importante depresión y en tratamiento continuo por episodios de ansiedad a causa de bullying de carácter racista que ha sufrido en su escuela. Edith, hasta hace muy poco estaba trabajando en una casa en régimen de cuidados cobrando muy por debajo del mínimo, sin por supuesto ningún contrato ni derecho laboral, a esto se le suma  que a pesar de ejercer como encargada de cuidados, se le obligaba a mantener también la limpieza de la casa, sin estar esto estipulado "en el papel" ni en su sueldo. En un futuro cercano le gustaría poder optar a retomar su antigua actividad en su país natal como gestora comercial.

Después de recoger el testimonio de estas mujeres maltratadas por el sistema, obtenemos un extracto-resumen con varios temas adyacentes que nos suscitan a la reflexión y a intervenir en algunos aspectos que al parecer no llegan al entendimiento para un inmenso porcentaje de la población:

  • En primer lugar; aunque de fachada progresista, de puertas hacia dentro en la sociedad española claramente sigue prevaleciendo un exacerbado racismo encubierto; posturas retrógradas, falta de empatía y comprensión, son actitudes que aún abundan en nuestra sociedad. En base a esto nos preguntamos ¿en qué momento y de qué manera pueden desaparecer definitivamente los efectos del colonialismo y vamos a reconocernos todos como iguales? Parafraseando a Teresa Tapia "el hombre blanco cuándo llega a nuestra tierra es tratado como rey sin siquiera conocerlo, ¡con todos sus derechos e incluso más que nosotros!, y sois recibidos con gran alegría ¿por qué a nosotros se nos trata directamente como basura?, es una cosa que no llego a comprender...SUDACA DE MIERDA, INDIA, MORENITA... ¡somos la inmensa mayoría los inmigrantes que llegamos a España con muchas ganas de trabajar y vivir en condiciones!"; y ni que decir tiene que, a cualquier efecto, todo este fenómeno de odio y opresión se ve sustancialmente acrecentado cuando el sujeto es mujer, inmigrante y sin papeles...conductas machistas y de abuso de poder están más que a la orden del día en este sector.

  • En el campo laboral y de integración, no podemos evitar pensar en lo fácil que sería darle una vuelta a la ley de extranjería...reducir los 3 años establecidos para la obtención de la documentación en regla, obtener un permiso de trabajo, y más adelante, llevar una inspección para confirmar que se están cumpliendo las expectativas y el trabajo estipulado... Al fin y al cabo, la facilitación para obtener un contrato de trabajo en regla juega en pro del gobierno y la ciudadanía española. Por lo tanto, este efecto nos confirma que, parafraseando a Rocío, "el gobierno no es más que un monigote bajo la sugestión y el mandato de grandes empresas".

  • Por otro lado y tras la conversación que tuvimos con Loubna dónde nos explicó; por un lado, la opresión y la discriminación que ella misma había sufrido por vestir el velo islámico; y por otro, la increíble labor que está llevando a cabo, guiando y ofreciendo apoyo a la comunidad marroquí en defensa de sus derechos y libertades; es necesario que se comprenda que el hiyab es una elección, no una imposición. No se puede reducir a binarios la condición de la mujer musulmana; soy tradicional y oprimida si lo uso; y moderna y liberal si no. En el islam más reformista, el Corán no obliga al uso del velo, simplemente hace una llamada (tanto a mujeres como hombres) a la modestia y la decencia a la hora de mostrar su físico; y definitivamente en la vertiente del feminismo islamista más político, el hiyab es símbolo de identidad y de rechazo al neocolonialismo y la globalización. Para que nos entendamos, a efectos prácticos no anda lejos de la prohibición de entrar con escote, gorra, falda o pantalón corto que aún impera en las iglesias de religión católica ¿no?. *en KörperMagazine pronto trataremos un artículo entero respecto a este tema.

  • A pesar de la precariedad y los mil y un abusos que están más que presentes y han dejado huella de por vida en estas mujeres (y en los que no hemos querido hacer hincapié en este reportaje por respeto a las mismas testigos), nos hemos encontrado hablando con ellas una fuerza sobrenatural para tirar hacia delante. Por ejemplo Belén, otra de las testigos de 32 años que actualmente reside en Mataró. Hace unos años se encontraba ejerciendo de ortodoncista en Chile, su país natal; a día de hoy se encuentra limpiando casas y a cargo de su madre de 57 años, su hermana de 13 y su hijo de 7. Nos sorprende enormemente como mantiene el foco puesto en su objetivo de volver a ejercer en España de ortodoncista, y la facilidad y el humor con que nos habla de que no piensa caer en la prostitución, trata de blancas, droga u otras formas de obtener dinero para tirar adelante. Esta mujer se ha convertido en un auténtico haz de luz para nosotros.

 

La mayoría de los españoles acomodados no somos en absoluto conscientes de la rapidez con la que tu vida puede dar un giro de 180º y caer en lo más profundo del pozo, son fenómenos que concebimos muy lejanos pero están más que a la orden del día y se están cometiendo abusos y violencia mucho más cerca de lo que nos pensamos. ¡Así que fuerza compañeras, sois mujeres increíblemente fuertes y seguro que con la lucha que estáis llevando a cabo, se van a producir cambios esperemos que bien pronto!

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