El miércoles pasado comenzó el desmantelamiento del pueblo de Lützerath, en Renania del Norte-Westfalia, está a punto de ser demolido para la extracción de lignito.
La mina a cielo abierto de Garzweiler es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero de Europa, los activistas climáticos ocuparon Lützerath para impedir el desalojo del lugar y que se siguiera dragando. Aunque la empresa energética RWE afirma necesitar más recursos de carbón para compensar el déficit energético provocado por la agresión rusa en Ucrania, la sociedad civil manifestantes y activistas luchan por defender la frontera de 1,5 °C acordada en el Acuerdo de París.

Esta fotonovela, por tanto, retrata la tensión y la fricción de la contestación en curso que desencadena un debate mundial sobre la justicia climática en el centro de las cambiantes relaciones geopolíticas. Dicho esto En particular, se hace hincapié en los dos frentes que defienden perspectivas y discursos divergentes relacionados con la minería del carbón: activistas climáticos, manifestantes y sociedad civil frente a la policía (el Estado), la empresa RWE  y una empresa de seguridad privada contratada.